El comercio internacional de Extremadura a los Estados Unidos de Trump 

Las exportaciones extremeñas a Estados Unidos en riesgo por las políticas proteccionistas de Trump

Las exportaciones de productos extremeños a Estados Unidos alcanzaron un valor de 45,1 millones de euros en 2023, encabezadas por los tapones de corcho aglomerado, las aceitunas, el tomate procesado, y productos de hierro y acero. Sin embargo, la reciente victoria de Donald Trump en las elecciones estadounidenses ha generado preocupación en el sector agroalimentario extremeño. Las políticas proteccionistas anunciadas por Trump amenazan con la imposición de aranceles mínimos del 10% a todas las importaciones, y un 25% en algunos casos, lo que podría afectar gravemente a los exportadores extremeños, especialmente en productos sensibles como las aceitunas y el aceite de oliva.

Productos más exportados y su evolución

Entre los principales productos exportados de Extremadura a Estados Unidos destacan:

  • Tapones de corcho aglomerado: Este producto lidera las exportaciones con 15,8 millones de euros, representando aproximadamente un tercio de las exportaciones totales a Estados Unidos.
  • Perfiles de hierro o acero sin alear: Con 3,5 millones de euros en ventas, ocupa el segundo lugar en la lista de exportaciones.
  • Aceitunas preparadas o congeladas: Las ventas de aceitunas ascienden a 3 millones de euros.
  • Chapas y tiras de aluminio: Con una exportación de 2,9 millones de euros.
  • Tomates procesados: Representan 2,8 millones de euros en ventas a Estados Unidos.

Otros productos destacados incluyen chocolate, ajos frescos o refrigerados y vinos, que también son susceptibles a los nuevos aranceles propuestos.

Impacto del proteccionismo en el sector agroalimentario

El sector agroalimentario extremeño, especialmente los productores de aceituna negra y aceite de oliva, se enfrentan a una situación de incertidumbre ante la posible imposición de nuevos aranceles. Ya en 2017, durante la primera presidencia de Trump, se implementaron aranceles de hasta un 35% a la aceituna negra española, lo que provocó una caída significativa de las exportaciones de este producto. Desde entonces, España ha perdido alrededor de 280 millones de euros en ventas de aceituna negra a Estados Unidos. Aunque la demanda de aceitunas no ha disminuido en el mercado estadounidense, esta cuota de mercado ha sido ocupada por otros países como Egipto, Turquía y Portugal, afectando a los productores españoles.

En este contexto, la preocupación por un aumento en los aranceles ha vuelto a instalarse. Manuel Zambrano, responsable de la sección de aceitunas de Viñaoliva, el mayor grupo agroalimentario de Extremadura, manifiesta su inquietud: "No sabemos cómo va a reaccionar Trump. Ha mencionado aranceles generales del 10%, lo que podría elevar el actual 35% en la aceituna negra a un 45%, lo que sería un desastre para nosotros".

La dependencia de los mercados alternativos y la competencia extranjera

La pérdida de competitividad de las aceitunas extremeñas en Estados Unidos ha obligado a muchas empresas a buscar mercados alternativos. Sin embargo, la posición de Estados Unidos como el principal importador de aceitunas negras es difícil de reemplazar, especialmente ante la competencia de países con menores barreras comerciales. Además, algunas empresas españolas han comenzado a deslocalizar su producción hacia otros países para evitar los aranceles, una estrategia que, aunque eficaz, plantea desafíos a la producción local en Extremadura y a la creación de empleo.

Por otro lado, el director de calidad de Corchos DIAM, Joaquín Herreros, expresa una visión más optimista en relación con los tapones de corcho aglomerado, ya que este producto es difícil de reemplazar en el mercado estadounidense. Herreros comenta: "Por el momento no tengo inquietud con Trump porque el tapón de corcho que vendemos en Estados Unidos no tiene sustituto allí". Esta situación resalta la importancia de los productos con menor competencia directa, aunque la incertidumbre general en el mercado sigue siendo una preocupación para otros sectores.

Consecuencias para otros productos extremeños

Además de las aceitunas y el aceite de oliva, el tomate procesado, los ajos, y los productos de hierro y acero también podrían verse afectados si se confirman los aranceles generalizados. Los productores de tomate, que ya han experimentado fluctuaciones en la demanda, verían complicada su exportación debido al posible encarecimiento del producto en Estados Unidos.

Las chapas y tiras de aluminio, que representan 2,9 millones de euros en exportaciones, podrían enfrentar retos similares en términos de competitividad si se suman nuevos costos de aranceles, lo que afectaría la capacidad de las empresas extremeñas de mantener sus ventas en el mercado estadounidense.

Un llamado a la Unión Europea y a una estrategia comercial conjunta

La situación ha llevado a los representantes del sector a cuestionar el papel de la Unión Europea en la defensa de sus productos frente a los aranceles impuestos por Estados Unidos. Antonio de Mora, secretario general de la Asociación de Exportadores de Aceitunas de Mesa, describe la victoria de Trump como una "amenaza para todos los productos". Critica la falta de acción de la UE ante el proteccionismo de Trump: "La UE no ha tomado las medidas ni actuado con la contundencia necesaria. Ahí están las consecuencias".

Mientras tanto, Juan Metidieri, presidente de Apag Extremadura Asaja, manifiesta su preocupación no solo por el proteccionismo de Trump, sino también por las políticas de la UE, que, según él, tienden a perjudicar a los productores europeos. "Los burócratas europeos siempre nos utilizan como moneda de cambio en todas las transacciones internacionales", comenta.

Futuro incierto y medidas para mitigar el impacto

Con la inminente implementación de nuevos aranceles, las empresas extremeñas están evaluando estrategias para mitigar los efectos en sus exportaciones a Estados Unidos. Aunque algunos productos pueden encontrar nuevos mercados, otros dependen en gran medida del mercado estadounidense, y la posible deslocalización de la producción sigue siendo una opción, aunque con consecuencias para la economía local de Extremadura.

En conclusión, la política proteccionista de Donald Trump representa una amenaza considerable para las exportaciones extremeñas, especialmente para sectores como el de la aceituna y el aceite de oliva, que ya han sido golpeados anteriormente por aranceles. Aunque algunos productos, como el corcho aglomerado, parecen estar menos expuestos a estos riesgos, la preocupación general es alta entre los exportadores de la región. La respuesta de la Unión Europea y la capacidad de las empresas para adaptarse serán factores clave para enfrentar este nuevo desafío.

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