El transporte ferroviario de mercancías en España tiene un gran potencial de crecimiento. Actualmente, solo el 4% de las mercancías se transportan por ferrocarril, muy por debajo de la media europea del 18%. Para alcanzar el ambicioso objetivo del 10% establecido para finales de la década
La inversión en el sector ferroviario requiere un marco regulatorio claro y predecible, que ofrezca seguridad jurídica a las empresas y fomente la competencia. Un ejemplo de esta necesidad es la reciente aprobación de la Ley de Movilidad Sostenible, que busca impulsar el transporte ferroviario de mercancías a través de diversas medidas, como la simplificación de trámites administrativos y la promoción de la intermodalidad.
En lugar de verlo como un competidor, el ferrocarril debe ser un aliado de la carretera. Esto implica desarrollar estrategias de colaboración, como las autopistas ferroviarias, que combinan el transporte por carretera y ferrocarril para optimizar las rutas y reducir las emisiones. Un ejemplo exitoso es la autopista ferroviaria entre Barcelona y Luxemburgo, que ha demostrado la viabilidad de este tipo de soluciones.
Para garantizar una competencia justa, es necesario establecer condiciones equitativas entre ambos modos de transporte. Esto incluye revisar los costes de infraestructura, los impuestos y las regulaciones que afectan a cada uno. Por ejemplo, se podría estudiar la aplicación de un peaje a los camiones en determinadas vías para equiparar los costes de uso de la infraestructura.
El transporte ferroviario debe mejorar su eficiencia, regularidad y fiabilidad para atraer a más clientes. Esto implica invertir en la modernización de la infraestructura, optimizar la gestión de las operaciones y ofrecer servicios más flexibles y adaptados a las necesidades de los usuarios. Un ejemplo de mejora en este sentido es la implementación del sistema de gestión de tráfico ferroviario europeo (ERTMS), que permite una mayor capacidad y seguridad en la circulación de trenes.
Para aprovechar el tráfico de mercancías procedente del norte de África, se propone establecer autopistas ferroviarias en ancho internacional desde España hacia el resto de Europa. Esto permitiría a los camiones cargarse en trenes en puntos estratégicos de la península y continuar su viaje hacia otros países europeos de forma más eficiente y sostenible.
El Corredor Mediterráneo es una infraestructura clave para el transporte ferroviario de mercancías en España. Para maximizar su potencial, es necesario planificar cuidadosamente el tráfico, teniendo en cuenta la convivencia con el tráfico de pasajeros y cercanías. Esto implica establecer horarios y frecuencias que permitan una circulación fluida y eficiente de todo tipo de trenes.
La incorporación de tecnologías digitales y la automatización de procesos puede mejorar significativamente la eficiencia y competitividad del ferrocarril. Esto incluye la implementación de sistemas de seguimiento y control de trenes en tiempo real, la automatización de la gestión de la carga y descarga de mercancías y el uso de inteligencia artificial para optimizar la planificación de rutas y horarios.
El sector ferroviario necesita profesionales altamente cualificados para adaptarse a las nuevas tecnologías y demandas del mercado. Esto implica invertir en programas de formación y capacitación continua para los trabajadores, así como atraer a nuevos talentos al sector.
Para fomentar el uso del ferrocarril, es necesario mantener los incentivos económicos tanto para los clientes como para la adquisición de material ferroviario. Esto puede incluir ayudas directas a las empresas que opten por el transporte ferroviario, bonificaciones fiscales para la compra de locomotoras y vagones más eficientes, o la creación de un fondo para financiar proyectos de innovación en el sector.
La colaboración entre el sector público y el privado es fundamental para impulsar el desarrollo del transporte ferroviario de mercancías. Esto implica establecer mecanismos de diálogo y cooperación entre las administraciones públicas, las empresas ferroviarias y los operadores logísticos, con el objetivo de identificar y abordar los retos del sector de forma conjunta.
En conclusión, para impulsar el transporte ferroviario de mercancías en España la implementación de estas diez medidas, junto con una apuesta decidida por la innovación y la sostenibilidad, podría situar al ferrocarril como un pilar fundamental del sistema de transporte español y contribuir a alcanzar los objetivos de reducción de emisiones y mejora de la eficiencia logística.