El Acuerdo UE-Mercosur y su impacto en Extremadura

Tras 25 años de negociaciones, el acuerdo comercial entre la Unión Europea (UE) y Mercosur está más cerca de convertirse en una realidad. Este tratado, que promete ser la mayor zona de libre comercio del mundo, presenta implicaciones económicas y sociales significativas tanto a nivel global como en regiones específicas de Europa, como Extremadura.

Claves del acuerdo: ¿Qué se ha pactado?

El pacto incluye un instrumento adicional al texto alcanzado en 2019, cuyo objetivo es reforzar los compromisos medioambientales, incluir referencias más estrictas al cumplimiento del Tratado de París y establecer medidas para frenar la deforestación. Además, el acuerdo eliminará aranceles en más del 91% de los productos europeos exportados a Mercosur, como coches, aceite de oliva, vino y lácteos, lo que podría beneficiar a sectores agroalimentarios.

Por otro lado, Mercosur proporciona acceso a materias primas críticas necesarias para la transición climática, como el aluminio, el litio y la bauxita, mientras que Europa abre sus mercados a productos agrícolas sudamericanos, lo que genera inquietudes en los productores locales.

Extremadura

Extremadura, conocida por su fuerte dependencia de la agricultura y la ganadería, percibe este acuerdo como una amenaza significativa para su economía local. Apag Extremadura Asaja, una de las organizaciones agrarias más importantes de la región, ha calificado el pacto como una "puñalada al campo extremeño".

El presidente de Apag, Juan Metidieri, ha señalado que el acuerdo pone en desventaja a los agricultores europeos, ya que permite la entrada de productos sudamericanos que no cumplen los mismos estándares de calidad, seguridad alimentaria y sostenibilidad que se exigen en Europa. Esta desigualdad de condiciones podría traducirse en una competencia desleal que afecte directamente a los precios y la viabilidad de las explotaciones locales.

Impacto en los sectores estratégicos de Extremadura

  1. Cereales de Invierno y Arroz:
    Extremadura es una de las principales productoras de arroz en España, con vastas áreas dedicadas a este cultivo en las Vegas del Guadiana. Este sector, que ya enfrenta desafíos relacionados con los costes de producción y la competencia internacional, podría ser uno de los más perjudicados. Según Apag, el acuerdo podría inundar el mercado europeo con arroz procedente de países como Brasil, donde los costes de producción son significativamente más bajos debido a estándares menos exigentes.

  2. Ganadería:
    La ganadería extensiva es otro pilar económico de Extremadura, especialmente en el sector vacuno y porcino. La entrada de carne sudamericana a precios más bajos podría ejercer una presión adicional sobre los ganaderos extremeños, reduciendo aún más los márgenes de beneficio en un sector ya castigado por la subida de los costes de los insumos.

  3. Aceite de Oliva y Vino:
    Aunque el acuerdo elimina los aranceles para productos emblemáticos como el aceite de oliva y el vino, lo que podría favorecer a las exportaciones extremeñas, también abre el mercado europeo a productos similares de menor calidad y precio. Esto podría diluir la competitividad de las producciones locales en mercados internacionales clave.

  4. Productos Agroalimentarios de Alta Calidad:
    Extremadura cuenta con productos agroalimentarios protegidos por indicaciones geográficas como el jamón ibérico de Dehesa de Extremadura y la Torta del Casar. Aunque el texto del acuerdo protege 350 de estas indicaciones geográficas, queda por ver cómo se implementará este aspecto y si será suficiente para evitar imitaciones que puedan afectar el prestigio y la demanda de estos productos.

Beneficios y retos para Extremadura

A pesar de las críticas, el acuerdo también podría abrir oportunidades para algunos sectores de la región. La eliminación de aranceles para productos europeos exportados a Mercosur puede facilitar la entrada de bienes extremeños en países como Brasil o Argentina, mercados de gran tamaño y en crecimiento. Sin embargo, estas oportunidades están condicionadas a que los productores locales puedan competir en condiciones justas y acceder a los mercados latinoamericanos sin restricciones.

Por otro lado, el acceso a materias primas críticas como el litio podría ser una oportunidad para atraer inversión en sectores industriales relacionados con la transición energética, lo que permitiría diversificar la economía extremeña más allá de la agricultura y la ganadería.

Opiniones contrapuestas: Gobierno y Sector Primario

Mientras el Gobierno español celebra el acuerdo como un "logro histórico", organizaciones como Apag Extremadura Asaja, COAG y UPA han alzado la voz contra lo que consideran una amenaza directa para el sector primario. Según Miguel Padilla, secretario general de COAG, este tratado repite errores de acuerdos anteriores, como el firmado con Marruecos, que llevaron a la desaparición de agricultores y ganaderos.

En contraste, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, sostiene que "Mercosur es una gran oportunidad económica para el sector agrario español" y que España saldrá reforzada de esta apertura comercial.

El futuro del campo extremeño

La incertidumbre sobre cómo se implementará el acuerdo y cómo se protegerán los intereses de los productores locales mantiene en vilo a Extremadura. Mientras algunos ven el tratado como una amenaza existencial para la agricultura y la ganadería de la región, otros confían en que las nuevas oportunidades comerciales puedan compensar los riesgos.

Lo que está claro es que el futuro del campo extremeño dependerá en gran medida de cómo se gestionen las políticas comerciales y las medidas de apoyo al sector primario en los próximos años.

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